Donde estás?

Hola … estás ahí? Estoy inquieta… Te siento cerca y al acecho… Me tienen encerrada toda la jornada tras esta tela elástica blanca. Le he oído decir a la muy perra de mi propietaria que está cansada y que jugará contigo en otro momento, que no ha parado en todo el día y que necesita descansar. ¿Y yo que? ¿No existo? Es una puta egoísta que solo piensa en ella misma. Me siento mojada y deliciosa porque mi flujo resbala dentro de mí, estoy excitada porque te huelo, se que estás ahí duro como un diamante. Ojala tu dueño dispuesto se anime a abrirle un poco las piernas a mi dueña, arrancarle esa tela blanca húmeda y dirigirte a mí como sólo él sabe hacerlo. Acariciarme con tu punta. Penetrarme hasta dentro y con esos movimientos hacerme sentir el mayor de los placeres, hasta alcanzar el clímax.. Sentir tu fluido dentro de mí. Su fusión con el mío. Solo así conseguiré tranquilizarme. Si tu y yo pudiéramos hablar y manifestar nuestros deseos... ¿que sería de nuestros dueños?